HISTORIA: CRONOLOGÍA BÁSICA

1530
INICIO DE LOS ASENTAMIENTOS EN ÁLVARO OBREGÓN

Si bien desde el período prehispánico ya había diversos asentamientos y comunidades en la zona que hoy ocupa Álvaro Obregón (particularmente Tenanitla, en lo que hoy es San Ángel; Tizapán, Tetelpan, Ameyalco y Xochiac, así como el pueblo de Axotla, al noriente de la actual alcaldía, vecino a la colonia Florida), no fue sino hasta la configuración del nuevo orden político administrativo que trajeron consigo los españoles que comenzó a tomar forma nuestra actual Alcaldía. Consumado el proceso de conquista, los españoles impusieron en la Ciudad de México una organización territorial y administrativa basada en estructuras análogas de España: los Municipios y Ayuntamientos. Asimismo, delegó parte del desarrollo de las zonas rurales y urbanas en las diferentes órdenes religiosas, encargadas de extender la fe y el pensamiento católico en el territorio. Siendo Coyoacán en ese período uno de los centros de control político más importantes de la Nueva España (conferida su administración a Hernán Cortés y donde edificaron casa los capitanes y lugartenientes más cercanos a éste), la actual región de San Ángel, así como la de Tizapán, dependían administrativamente de Coyoacán. Un grupo de frailes dominicos, que tenían sede ahí y que habían edificado el templo a San Juan Bautista, se trasladó al entonces Tenanitla (hoy San Ángel) para establecer una pequeña ermita dedicada a San Jacinto. Al hacerlo, comenzaron a incorporar a los habitantes originarios de una parte de Tenanitla y Tizapán. Estos frailes instalaron varios obrajes que aprovechaban las caídas de agua cercanas a San Ángel para activar máquinas hiladoras, actividad que, más adelante, alcanzó un desarrollo notable durante los siglos XVIII y XIX, cuando los obrajes fueron convertidos, ya por seculares, en importantes fábricas textileras. No obstante, el grueso de la orden centró sus actividades en Coyoacán y San Jacinto permaneció relativamente al margen del desarrollo de la región. Hacia 1530 llegaron a la Nueva España religiosos pertenecientes a la orden de los Carmelitas descalzos. Buscando dónde establecerse, los dominicos les cedieron terrenos y les otorgaron permiso para edificar un pequeño templo junto al pueblo de Chimalistac. Entre 1535 y 1585, los carmelitas administraron el templo y la comunidad, avocándose sobre todo a establecer huertos y jardines, dedicados al cultivo de frutas, hortalizas, flores y plantas. En poco tiempo, lograron un desarrollo notable, que caracterizó su posterior desempeño donde quiera que se establecieran. Así, un primer eje del desarrollo de la Alcaldía se centró en el perímetro comprendido entre las iglesias de Chimalistac y San Jacinto, bajo la supervisión de los dominicos y los carmelitas, quienes poco a poco fueron dando un sentido de comunidad a los que habían sido pueblos y caseríos dispersos e inconexos. Unidos por el trabajo artesanal y por el cultivo de hortalizas y frutas y sin la intromisión de encomenderos o latifundistas, esta comunidad pronto se caracterizó por su laboriosidad, así como por su productividad agrícola, sus jardines y huertos.

La influencia de Vasco de Quiroga

Paralelamente al desarrollo de la zona de Chimalistac-Tizapán, otra influencia religiosa en este caso de carácter personal estableció un segundo eje de desarrollo de lo que hoy es Álvaro Obregón. Se trata del religioso Vasco de Quiroga, quien llegó a la Nueva España como miembro de la Segunda Audiencia Real. Si bien la mayor parte de la obra de Vasco de Quiroga en México está ligada a su labor en el estado de Michoacán, la pequeña comunidad que fundó en nuestra alcaldía llegaría a tener un papel muy importante en la configuración de ésta, al tiempo que da testimonio de una visión humanística y social poco común en aquella época. Vasco de Quiroga fundó “a dos leguas” de la ciudad de México y con su propio peculio, un modelo de comunidad utópica, conocida como hospital-pueblo de Santa Fe. Se trató de un complejo social compuesto por un templo, un hospital, un orfanato, una casa cuna y una escuela. Opuesto enérgicamente a la explotación de los indígenas y a su esclavitud por parte de encomenderos y hacendados, este religioso veía en los indígenas a seres limpios y puros, en los que se podía modelar un “nuevo hombre”. A diferencia de otros religiosos, Vasco de Quiroga no sólo se ocupó de la educación “espiritual” de las comunidades indígenas, sino también de su preparación técnica y de su desarrollo económico. Considerando el trabajo independiente como un verdadero medio de liberación del individuo, Vasco de Quiroga formó escuelas-taller para la enseñanza de diversos oficios en la comunidad de Santa Fe. Asimismo, se avocó a que la comunidad aprendiera a comercializar sus productos y, aprovechando las estructuras tradicionales de redistribución comunitaria de la riqueza, logró que se estableciera un fondo común de aportaciones con parte del producto del trabajo de cada familia o individuo. Muchas de estas ideas tuvieron su origen en las propuestas político sociales de Tomás Moro, con quien Vasco de Quiroga tuvo amistad. No deja de ser históricamente significativo que fuera en el pueblo de Santa Fe donde se pusieran en práctica ideales que, en parte, fueron concebidos Inglaterra, sobre la base de las primeras formas de organización cristiana. De hecho, con base en lo establecido por el historiador Daniel Gómez Escoto:

"El ideal de Quiroga se basaba en la fundación de poblados agrícolas, sujetos a ordenanzas y convivencia con frailes que hicieran hábito de virtud. Basado en la semejanza del indígena con los apóstoles, en la humildad y simplicidad con que se mostraban, deseaba implantar una forma parecida a la primitiva iglesia cristiana, dejando constancia de esto en sus primeras cartas enviadas a España en 1531. Años después, describe en su Información en Derecho de 1535, diversos temas en los que trata de la guerra, la esclavitud, rescates, poblaciones y costumbres como encargo de la corona española a la Segunda Audiencia de México, siendo aquí donde se identifica su adhesión al ideal de Tomás Moro, en el anhelo de un mundo sencillo y perfecto, donde la Utopía serviría de método, infundiendo a este magno proyecto una elevadísima moral humanista ".

Santa Fe no formó parte de la ciudad de México sino hasta mediados del siglo XIX. Hoy, sin embargo, constituye uno de referentes delegacional significativo ya que, además del pueblo original, en la misma zona se ha establecido un moderno centro comercial y un conjunto de oficinas corporativas, con vialidades modernas y eficientes, de gran proyección económica. Entonces, si los carmelitas fueron horticultores y jardineros prodigiosos (se dice que en las huertas del convento del Carmen se llegaron a cultivar más de 13 mil árboles frutales), Vasco de Quiroga impulsó los obrajes y las artesanías, creando gremios especializados en talabartería, orfebrería, herrería, carpintería y la elaboración de textiles en general. A la fecha, varios pueblos de Michoacán, como Paracho y Santa Clara del Cobre, continúan con la tradición iniciada por Vasco de Quiroga, especializándose el primero en la elaboración de instrumentos de cuerda y la artesanía de muebles y, el segundo, en la manufactura de productos de cobre y otros metales. Las comunidades de Chimalistac, Tenanitla, Tizapán y la de Santa Fe, tuvieron un papel significativo durante el período colonial y aun durante las primeras décadas del México independiente, como centros productores y abastecedores de textiles, bienes comestibles y artesanales para la ciudad de México.

 

1617
ORÍGENES DE SAN ÁNGEL

Conforme prosperaron sus cultivos de frutas y flores además de que sus ingresos mejoraron los carmelitas consiguieron de las autoridades de Coyoacán mayor extensión territorial y más influencia económica y social en la región. Hacia 1617 terminaron de edificar el convento del Carmen, que quedó bajo la advocación del Santo Ángel Mártir. Desde entonces, la zona circunvecina al convento del Carmen, hasta entonces denominada Tenanitla, pasó a ser conocida como San Ángel, la que pronto incorporó bajo su égida tanto a Chimalistac, como a Tizapán y San Jacinto. Además de los huertos de los carmelitas, en ese perímetro se establecieron diversos ranchos y haciendas. Debido a la productividad de la tierra, fertilizada por la bajada de diversos ríos y manantiales, San Ángel empezó a distinguirse como una de las villas más prósperas al sur de la ciudad de México, compitiendo en importancia económica (que no política) con Coyoacán, Tlalpan, Mixcoac y Tacubaya. El éxito productivo, administrativo y educativo de los carmelitas, les granjeó la adjudicación de nuevas extensiones territoriales. En el transcurso de los siglos XVII y parte del XVIII, los carmelitas incorporaron bajo su administración otros puntos geográficos como el Olivar de los Padres (llamado así porque en los lomeríos de ese perímetro sembraron olivos y vid) y los pueblos de Tetelpan, San Bartolo Ameyalco y Santa Rosa Xochiac. El crecimiento de ranchos y haciendas y, consecuentemente, de la población hicieron que los carmelitas buscaran espacios más alejados para sus ejercicios religiosos y espirituales. Gracias a la donación de tierras boscosas en la zona alta vecina al pueblo de Santa Rosa, los carmelitas encontraron un lugar lo suficientemente alejado para erigir un magnífico e impresionante monasterio (comúnmente llamado convento) en lo que hoy es el Parque Nacional del Desierto de los Leones. En la actualidad, la administración de la zona y del ex monasterio corresponde a la alcaldía Cuajimalpa. El monasterio registra dos etapas. La primera corresponde al conjunto construido entre 1606-1611, una edificación más bien austera y a la sazón frágil, que quedó gravemente dañada luego de un sismo especialmente violento en 1711. La segunda, corresponde al período de finales del siglo XVIII (se terminó en 1801) que es el que actualmente permanece en pie. Fue declarado Monumento Nacional el 16 de mayo de 1937.

1824
OS FUSILAMIENTOS DE SAN JACINTO

Con la guerra de Independencia y la instauración de un orden territorial a todo el país, la Ciudad de México quedó constituida en un Distrito Federal (CDMX), que comprendía únicamente el primer cuadro (Centro Histórico) y la zona en un radio de dos kilómetros cuadrados a la redonda. Por lo tanto, zonas como San Ángel, Coyoacán, Tlalpan e incluso Tacubaya quedaron fuera del Distrito Federal (CDMX) y pasaron a formar parte del entonces llamado Estado del Valle de México, cuya capital se asentó en Tlalpan. Vale la pena señalar que en el corazón del antiguo San Ángel, concretamente en la plaza San Jacinto, se escenificó uno de los episodios más conmovedores de la historia de México, al ser fusilados en una de las casas contiguas a la iglesia un grupo de soldados norteamericanos, de origen irlandés, conocidos como el Batallón de San Patricio. Este grupo de soldados participó en la invasión norteamericana de entre 1846 y 1848, pero pronto sintió una fuerte identificación con el pueblo de México. Al igual que la mayor parte de los mexicanos, los soldados irlandeses profesaban el catolicismo y trazaron un paralelo emocional entre los actos imperialistas a los que Irlanda estaba sometida por la corona británica con la invasión norteamericana a México. Los integrantes de este batallón, en parte por su identificación con la fe de los mexicanos, pero también por el trato despótico y discriminatorio al que fueron sometidos por los oficiales no católicos del ejército de los Estados Unidos, desertaron y decidieron combatir al lado nuestro contra el enemigo invasor. Al concluir la guerra, el ejército norteamericano los hizo prisioneros y les formó consejo de guerra. El 17 de marzo de 1848 se registraron los primeros fusilamientos, en una edificación del barrio de San Ángel, contigua a la iglesia de San Jacinto. Hoy puede verse una placa conmemorativa, labrada en cantera, en honor de estos héroes.

1853
REINCORPORACIÓN DE SAN ÁNGEL A EL DISTRITO FEDERAL (CDMX)

Los diferentes cambios políticos del país y al término de la guerra de intervención, se dio una nueva organización a la Ciudad de México. Se amplió el rango geográfico del Distrito Federal (CDMX) y nuevamente quedaron incorporados a éste, San Ángel, Coyoacán, Tlalpan y Tacubaya. Para facilitar la administración de la capital se crearon tres prefecturas: Norte, Sur y Occidente. San Ángel, que se constituyó en municipio, quedó adscrito a la prefectura del Sur, con la cabecera municipal todavía en Tlalpan.

1861
EL CENTRO CULTURAL SAN ÁNGEL

Bajo la intervención francesa y el llamado imperio, el Distrito Federal (CDMX) se convirtió en Municipalidad de México, dividida en cinco partidos. Uno de ellos fue el de San Ángel, ahora formalmente con autonomía administrativa. Fue en este período que se construyó lo que actualmente es el Centro Cultural San Ángel y que durante mucho tiempo fue Sede de la Presidencia Municipal y de la Alcaldía Política.

1928
MÉXICO ORGANIZADO COMO DELEGACIONES

Durante el proceso de consolidación política, posterior a la Revolución de 1910, se derogaron las figuras de las municipalidades y se aprobó la organización de la Ciudad de México en Delegaciones Políticas, dependientes del recientemente creado Gobierno Central del Distrito Federal (CDMX). En este proceso de reorganización, la ahora Delegación San Ángel quedó configurada en buena medida como hoy la conocemos. El mismo año en que se configuraron las Delegaciones Políticas del Distrito Federal (CDMX), 1928, se celebró el proceso electoral que ganó el General Álvaro Obregón, quien ya había ocupado la Presidencia de la Republica entre 1920 y 1924. Durante los festejos en una comida celebrada en un restaurante del Parque de La Bombilla, en San Ángel, Jesús de León Toral, un fanático religioso, asesinó al General Obregón.

1932
DELEGACIÓN PASA A LLAMARSE VILLA ÁLVARO OBREGÓN

Cuatro años después del asesinato del general Álvaro Obregón, siendo presidente de la República, Pascual Ortiz Rubio, emite un decreto para cambiar el nombre de la Delegación San Ángel al de Villa o Ciudad Álvaro Obregón, para conmemorar a quien fuera un brillante militar, presidente de México e impulsor de la Revolución.

1950
PRIMERAS COLONIAS DE LA VILLA ÁLVARO OBREGÓNRO OBREGÓN

La expansión natural de la ciudad de México, sobre todo a partir de las políticas de industrialización adoptadas durante el gobierno de Miguel Alemán, generó una demanda de nuevos espacios habitacionales y comerciales, tanto de carácter residencial como aquellos de carácter irregular. A medidos de los años 50, con la construcción de la Ciudad Universitaria (1952), contigua al Pedregal de San Ángel, se registró el desarrollo de cuatro colonias residenciales. Quizás el más espectacular e innovador de estos desarrollos, por su concepción arquitectónica y su utilización de los materiales propios del entorno natural, fue el de Jardines del Pedregal. Se trata de un hábitat formado por el derrame de lava del volcán Xitle, aproximadamente hace 5000 AC. Por su paisaje prácticamente lunar, la zona fue una atracción para viajeros y exploradores, entre ellos Alexander von Humboldt, que lo visitó a mediados del siglo XIX. Muy próximos a esta zona se encuentran los vestigios de la primera civilización conocida del valle de México: Cuicuilco. Durante siglos, la zona del Pedregal de San Ángel fue vista como un lugar inhabitable por la complejidad del material pétreo de su entorno y por la fauna endémica, compuesta de roedores de gran tamaño, serpientes y otros reptiles. De hecho, en el período prehispánico fue el único lugar del valle de México que pudieron encontrar los aztecas antes de edificar su gran imperio para asentarse, ya que los demás pueblos en las riberas del lago les impidieron hacerlo en sus respectivas inmediaciones. Era tan inhóspito el Pedregal, que se pensó les sería imposible sobrevivir. Su trazo principal corrió a cargo de varios arquitectos mexicanos, destacando entre ellos Luis Barragán y Max Cetto, quienes incorporaron en muchas de las edificaciones el uso de las rocas volcánicas, o bien utilizaron éstas y los declives naturales de los predios para desarrollar una arquitectura del paisaje notable. Las calles de esta colonia están dedicadas a fenómenos o elementos naturales, por ejemplo: Agua, Fuego, Sismo, Nubes y Risco. Al extremo norte de la alcaldía, surgió en ese período la colonia Florida, que se extiende prácticamente desde Chimalistac en su extremo sur (Vito Alessio Robles) hasta la colonia Insurgentes-Mixcoac, en su extremo norte (avenida Barranca del Muerto) y Coyoacán, en su extremo oriental. Las calles de la colonia están dedicadas a flores: Hortensias, Margaritas, Camelias, etc. La colonia Florida crece en torno del núcleo de lo que originalmente fue el pueblo de Axotla (voz náhuatl que significa “lugar donde nace o crece y vive el ajolote”). Este pueblo, que en tiempos prehispánicos se dedicó a la agricultura, formaba parte de la comunidad de Mixcoac, adyacente al río del mismo nombre. Con la conquista se transformó en una pequeña comunidad que se mantuvo relativamente inalterada y en cuyo centro se edificó la iglesia de San Sebastián. A pesar de estar rodeada por construcciones modernas y por avenidas de gran afluencia como Universidad, río Mixcoac y la calle de Hortensias, todavía conserva un rancio sabor provinciano, con pequeñas tiendas y callejas estrechas. De manera casi paralela se encuentra la colonia Guadalupe, prácticamente a la misma altura que la colonia Florida, sólo que un perímetro comprendido entre las avenidas Revolución e Insurgentes, limitada al norte por la avenida Barranca del Muerto y al sur por AltaVista que es continuación de Vito Alessio Robles. La colonia se desarrolló sobre los terrenos de la antigua hacienda de Guadalupe (propiedad de José de Teresa, cuñado de Porfirio Díaz), con un diseño moderno y funcional, en cuyo centro se encuentra una glorieta central que distribuye las diferentes calles hacia los cuatros puntos cardinales, se distingue por sus calles dedicadas a compositores mexicanos y por encontrarse ahí la sede de la Nunciatura Apostólica en México. A su vez, al poniente de avenida Revolución, en un perímetro comprendido entre esta arteria y el actual Periférico, se encuentran las colonias San Ángel, Tlacopac y Las Flores. Parte de éstas se sitúan en los antiguos terrenos de la hacienda de Goicoechea, una construcción colonial de gran belleza que data de 1609 y en cuyo antiguo casco se erige hoy el restaurante San Ángel. Hacia 1906, después de haber sido un centro productor de pulque y un monasterio carmelita, la propiedad de 40 hectáreas fue adquirida por la San Ángel Land Co. que la fraccionó, para crear villas y quintas de descanso. Todavía hoy quedan varias construcciones que datan de ese período. El restaurante también entró en funciones desde entonces, lo que lo convierte en uno de los centros alimentarios más antiguos de la ciudad de México. En 1937, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) declara el casco de la hacienda, donde está el restaurante, “Monumento Colonial”. Adquirido a finales de la década de los 40 por el industrial mexicano don Carlos Prieto, se aprovechan las instalaciones y jardines para realizar conciertos de música y posteriormente (1955-61) para albergar las Escuelas de Historia del Arte y de Arquitectura de la Universidad Iberoamericana. San Ángel, Tlacopac y Las Flores se distinguen de las colonias Florida y Guadalupe por tener calles empedradas, a semejanza del antiguo San Ángel y construcciones de tipo rústico-colonial. Hasta los años 60 estas tres colonias se dividían por el río San Ángel, que bajaba desde el Desierto de los Leones hasta incorporarse con el río Mixcoac y que, junto con el río de Tizapán, fue aprovechado por los monasterios, ranchos y haciendas para la irrigación. Hoy, el río se encuentra entubado y sobre el lecho se trazó una calle empedrada nombrada en honor del poeta León Felipe. Ésta abarca desde el Periférico (entre las salidas AltaVista y Las Flores) hasta la calle José de Teresa. Profusamente arbolada, León Felipe es prácticamente un paseo que ofrece varios rincones pintorescos y agradables para caminar.

1980
CRECIMIENTO DEMOGRÁFICO DE ÁLVARO OBREGÓN

A lo largo de la década de los ’70, la ciudad de México experimentó un acelerado crecimiento demográfico, tanto por los desplazamientos internos de la propia población, como por el fenómeno migratorio campo-ciudad, en buena medida producto de los cambios en las políticas agrarias. La Alcaldía Álvaro Obregón no fue ajena a estos cambios. Por un lado, las zonas altas de la Alcaldía cercanas a los pueblos tradicionales de Santa Rosa, San Bartolo, Tetelpan y Santa Fe se fueron poblando por familias y grupos que llegaron de diferentes entidades de la República y que aprovecharon las características del entrono: bosques, cauces de río, manantiales e incluso presas. Surgió así serie de asentamientos, algunos en su inicio con carácter irregular, que hoy se han transformado en verdaderas colonias: La Era, Jalalpa y La Araña, vecinas al pueblo de Santa Lucía, son un ejemplo de esta fase del desarrollo delegacional. Por otro lado, también en las zonas altas de la demarcación, propietarios de grandes extensiones de tierra y fraccionados desarrollaron diversos proyectos residenciales basados en la combinación de la comodidad de los servicios urbanos con el verdor y la belleza natural del campo. Ejemplos de este tipo de fraccionamiento son Villa Verdún, parte de la colonia Águilas y Rancho San Francisco. Si bien la demanda poblacional por espacios habitables es mucha, los asentamientos en las zonas altas de la Alcaldía, particularmente aquellos de carácter irregular, han generado diversos problemas tanto ecológicos como sociales que han hecho de Álvaro Obregón una de las Alcaldías con un alto índice de zonas de riesgo. Especialmente en el período de lluvias, estas zonas registran reblandecimiento del suelo y subsuelo, derrumbes y desgajamientos de tierra y piedras, lo que pone en riesgo tanto las edificaciones precarias como, sobre todo, a sus habitantes. Asimismo, el inevitable deterioro del ambiente, la deforestación, erosión y la contaminación de ríos y manantiales obligan a prestar especial atención a la continua demanda poblacional por espacios habitables.

1985
DEMANDA DE VIVIENDA EN ÁLVARO OBREGÓN

Los movimientos internos de la población en la ciudad de México se acentuaron de manera particular después de los sismos del 19 y 20 septiembre de 1985. Expulsada de la zona céntrica de la ciudad, una parte significativa de la población buscó acomodo en las zonas altas del valle de México, incluyendo en aquellas que corresponden a la Alcaldía Álvaro Obregón, lo que ocasionó un crecimiento importante de la zona, generándose una fuerte demanda de vivienda y servicios urbanos. A su vez, diversos fraccionadores aprovecharon el cascajo y material de desecho de los edificios derrumbados durante los sismos para rellenar una zona al poniente de Álvaro Obregón, comprendida entre el perímetro de avenida Centenario, Molinos, Barranca del Muerto y el Olivar del Conde, caracterizada por sus minas, cavernas y oquedades. Antiguamente, de esta zona se extrajeron arena, minerales, piedras y otros materiales utilizados en la construcción y la industria. Eventualmente fue abandonada, quedando ocultos los accesos y en general la ubicación de las antiguas minas. Diversas colonias se han desarrollado en esta zona, como la colonia presidentes, Golondrinas, una parte de la Unidad Habitacional Plateros y La Presa. Lamentablemente, mucho del trabajo de relleno fue improvisado y ante los movimientos propios del suelo y del subsuelo, partes de estas colonias se han visto afectadas por la inestabilidad geológica, cuyas fallas y reacomodos han dañado viviendas. Hoy, la Alcaldía Álvaro Obregón y el Gobierno del Distrito Federal (CDMX) han emprendido múltiples acciones para contrarrestar esta situación o, en su caso, para reubicar a los colonos cuyas viviendas ha sido necesario derrumbar.

1990
INAUGURACIÓN DEL CENTRO COMERCIAL SANTA FE

Durante 450 años, Santa Fe ha sido espacio de cambios y contrastes, ubicada al poniente de la Ciudad de México y enclavada dentro de las cuencas hidrográficas de los ríos Tacubaya y Becerra, la zona presenta un relieve muy abrupto conformado por barrancas originadas por la erosión fluvial.
Santa Fe capta el interés de inversionistas y grupos corporativos, para el desarrollo de nuevos mercados, centros residenciales de alto poder adquisitivo, corporativos, escuelas, universidades y otros servicios. Centro Comercial Santa Fe se crea del esfuerzo conjunto de Dine, Inmobiliaria del Grupo Desc, Palacio de Hierro, Liverpool, Grupo CAABSA como inversionista y principal constructor, como un proyecto piloto para dar a la zona (antiguo tiradero y minas de arena y grava con baja productividad) vialidades, vías de comunicación, infraestructura básica y el desarrollo comercial regional integrado más importante de México.
Centro Santa Fe fue concebido a partir de un minucioso e innovador proyecto arquitectónico, elaborado por el Arq. Juan Sordo Madaleno, con gran experiencia en diseño de centros comerciales. Este proyecto contempla en esencia la estética y funcionalidad. La estética no solo está dada por los acabados de lujo con los que Centro Santa Fe cuenta, sino por la combinación de los mismos en armoní­a con el juego de la luz y los espacios de sus plazas. La funcionalidad se observa en la limpia distribución de los locales comerciales y tiendas departamentales, así como en la concentración del área de servicios, en el subterráneo, lo que da mayor comodidad, facilidad de maniobra y manejo de tiendas y locales.
Durante su edificación, Centro Santa Fe contribuyó a la construcción de las vialidades Prolongación Vasco de Quiroga, Avenida Potosí­ y el puente-túnel que une la zona de bosques de las Lomas con el desarrollo de Santa Fe. El día 19 de noviembre de 1993 Centro Santa Fe fue inaugurado por el C. presidente de la República surgiendo como el principal desarrollo comercial en la zona poniente de la Ciudad con las tiendas más exclusivas y prestigiadas de México, con capacidad para más de 5,000 autos y acceso desde diversos puntos de la ciudad. Centro Santa Fe es la conjugación de un ambicioso y visionario proyecto que lo hace actualmente el Centro Comercial más grande e integrado del país, con un complejo cinematográfico de primer nivel, variados restaurantes y entretenimiento para todos los gustos.

1997
PRIMERA ELECCIÓN DEMOCRÁTICA EN ÁLVARO OBREGÓN

Después de 1990 se registraron cambios importantes en la Alcaldía, tanto de carácter administrativo, como en materia de infraestructura y vialidades.
Las reformas constitucionales de 1996, producto de los continuos cambios en el proceso de democratización del país, abrieron un nuevo espacio de participación y representación política para los habitantes de la ciudad de México. Por primera vez en más de 70 años, los habitantes del Distrito Federal (CDMX) tendrían la oportunidad de elegir libremente a sus gobernantes. En una primera etapa, de 1997 a 2000, se estableció el proceso electoral para la jefatura del gobierno de la ciudad de México y para la elección de los diputados ante una Asamblea Legislativa. En este período los delegados eran propuestos de una terna a los diputados de la Asamblea Legislativa de la Ciudad de México. A partir del año 2000, se abrió el proceso electoral para que los habitantes del Distrito Federal (CDMX) eligieran directamente a sus delegados.
Por otra parte, el crecimiento poblacional y habitacional en la demarcación ha generado una enorme presión, sobre todo en materia vial. El uso de arterias tradicionales, como periférico, se había hecho cada vez más complejo y los niveles de saturación en calzadas y avenidas, como Desierto de los Leones, Águilas y Toluca eran alarmantes.

2005
CAMBIOS EN LAS VIALIDADES DE ÁLVARO OBREGÓN

Entre 2005 y 2006 el gobierno de la ciudad de México emprendió un ambicioso proyecto de reordenamiento vial en la zona. Una parte de éste consistió en el trazo de una serie de puentes y avenidas que conectaran el sur poniente con su tramo norte, a fin de evitar que los habitantes de la zona alta al sur poniente de la Alcaldía tuvieran que bajar hasta el periférico para luego trasladarse al norte y volver a subir a la altura de Palmas o Reforma Lomas.
Este trazo exigió un diseño verdaderamente innovador para atravesar una parte del sistema de barrancas que caracteriza a la Alcaldía Álvaro Obregón. Conocidos como los puentes y avenida de Los Poetas en honor a Carlos Pellicer, Jaime Sabines y Octavio Paz, esta serie de puentes ha agilizado el tránsito desde San Jerónimo, el Olivar de la Padres, Tetelpan, San Bartolo, Santa Rosa y las Águilas hacia la nueva autopista México-Toluca, el pueblo y el Centro Comercial Santa Fe, las Lomas de Chapultepec y algunos municipios del estado de México.
Asimismo, una buena parte del segundo piso del periférico fue trazado sobre tramos que corresponden a la Alcaldía Álvaro Obregón, lo que también ha beneficiado la comunicación de la comunidad entre sí y con el resto de la ciudad de México.

2018
PRIMER ALCALDE EN ÁLVARO OBREGÓN

Después de 20 años en los que se eligieron jefes delegacionales, (el primero en el año de 1997 y el ultimo en el 2015) en el año 2016 la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México realiza tanto los procesos técnicos como los procesos legislativos para crear la primera Constitución Política de la CDMX. Tras la redacción de esta constitución la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México pasó a ser el Congreso de la Ciudad de México, la principal diferencia de este cambio es que aparte de poder promover, aprobar y reformar leyes para la ciudad de México, ahora también podrán avalar o rechazar modificaciones a la Constitución Política de México y leyes federales que omita el Congreso de la Unión.
la Constitución Política de la CDMX se aprobó en su totalidad el día 31 de enero del 2017 y entró en vigor el día 17 de septiembre del 2018. Entre el conjunto de leyes que contiene esta Constitución se encuentra la del establecimiento de alcaldías en las antes llamadas delegaciones, los cambios que esto implicó son que los Jefes delegacionales desaparecieron y en su lugar ahora se escoge un alcalde o alcaldesa que a su vez cuenta con un concejo que supervisa y evalúa las acciones del gobierno.
Con estos nuevos cambios el día 1 de Julio del 2018 se eligieron los nuevos alcaldes y concejales los cuales tomaron protesta el día 1 de Octubre del 2018, siendo la política Layda Sansores San Román la primera alcaldesa de nuestra ahora alcaldía Álvaro Obregón y tendrá este cargo hasta el 2021.

Scroll al inicio